«Después de 17 años en el frío industrial, seguir aprendiendo es mi gran reto»
Con el desparpajo y la energía que le caracterizan, Quique se pone manos a la obra y se enfrenta a uno de sus retos diarios (y con los que más se divierte): la avería o mejora de una cámara frigorífica. Así es su día a día y, aunque tiene más experiencia en montajes, el sudoku mental que le supone el arreglo de una incidencia despierta sus cinco sentidos y le hace estar a pleno rendimiento. Tras casi dos décadas dedicándose al frío industrial, Quique Cobos es un veterano del equipo de J. Garrido refrigeración y un miembro imprescindible.
«Siempre me ha gustado el mundo del frío industrial pero, al principio no tenía una formación especializada sino de electricidad general», explica el técnico cualificado que agradece a la empresa la oportunidad de realizarse y aprender en el campo que realmente le apasiona. «El trabajo constante y querer estar siempre aprendiendo me han llevado hasta aquí. Y lo que me queda», dice entre risas.
El día a día en el frío industrial
Actualmente dedica su trabajo diario, nada monótono por cierto, a la reparación de cámaras frigoríficas y de fresco y a optimizar dichas cámaras para que funcionen correctamente. «El objetivo diario es que los productos estén a su temperatura adecuada y protegidos porque los clientes tienen ahí mucha inversión. Queremos que estén siempre satisfechos». Ese es, sin duda, el mejor momento de la jornada para él.
Si le hablan de experiencia, él lo tiene claro. Lo suyo son los montajes. «Me encanta hacer montajes grandes, como el que hicimos en Jalhuca -empresa especializada en frutas subtropicales y agricultura ecológica- y ver la cara de felicidad del cliente cuando terminamos». Eso sí, no puede negar que tiene debilidad por las reparaciones. «Aunque no soy tan rápido como me gustaría, me encanta enfrentarme cada día a un problema y solucionarlo». Una de las principales dificultades a las que se enfrenta es cuando llega a una empresa para arreglar un cuadro eléctrico. ¿Lo peor? Cuando no existe ningún tipo de documentación o información sobre las conexiones, los compresores, etc. «¡Pero me pongo y lo saco!», asegura con un gesto de orgullo.
Lo mejor de trabajar en J. Garrido
La comunicación fluida y la confianza son fundamentales para Quique. «Además de poder formarme cada día, lo que más me gusta de J. Garrido Refrigeración es poder hablarlo todo». Trabajar en equipo y el buen ambiente es otro de los pilares positivos de la empresa especializada en refrigeración industrial. Y es que poner unas gotitas de buen humor al trabajo nunca está de más: «recuerdo una vez que estábamos identificando fugas. Metí la cabeza en un hueco que había e hice un sonido parecido. Todos estaban buscando la fuga como locos. Nos reímos mucho», cuenta divertido.
Sin duda, J. Garrido Refrigeración es una empresa familiar de refrigeración industrial y comercial que no sólo basa su día a día en la tecnología y la innovación, también en la formación y reciclaje constante junto a equipo motivado y con ganas de seguir creciendo. Quique es un ejemplo de ello.