«A día de hoy no he visto ejerciendo la profesión a ninguna mujer»
Cuando Carmen Domínguez estudiaba el ciclo de Administración, nunca pensó que acabaría trabajando en una empresa dedicada a la Refrigeración Industrial. Y, sin embargo, en el momento en el que le ofrecieron unas prácticas en J. Garrido, ni lo dudó. Y nunca se ha arrepentido.
Carmen es una de las pocas mujeres que trabaja en el sector de la Refrigeración Industrial, un mundo tradicionalmente masculino. Junto a Magdalena Rodríguez, se encargan de hacer que, en J. Garrido Refrigeración, todo funcione de forma óptima. Su trabajo es de oficina, eso sí, y es que, según nos cuenta, «no he visto ejerciendo la profesión (como técnica de refrigeración) a ninguna mujer».
«No es cuestión de género, es cuestión de parcelas», indica, y si bien «ciertas tareas podrían llevarse a cabo sin dificultad, es cierto que algunas instalaciones son complejas». En general, es verdad que se trata de un trabajo que, por la carga física que conlleva, suele recaer más en hombres, pero también que cada vez hay más mujeres acostumbradas a acometerlo.
De hecho, desde la Asociación de Empresas de Frío y Sus Tecnologías, Aefyt, se explica que «en el sector de la refrigeración las mujeres cada vez son más y ocupan puestos más diversificados. Desde cargos técnicos a administrativos, pasando por ingenierías y comerciales, la presencia de la mujer en nuestra industria es creciente».
En la Confederación Nacional de Instaladores y Mantenedores no piensan exactamente así. De hecho, su teoría es que no hay muchas mujeres que trabajen en montajes e instalaciones porque «no quieren». Explican que se trata de una profesión que «no resulta atractiva para las mujeres. Es un hecho y hay que aceptarlo. Son algunas las que empiezan los cursos de formación, pero muy pocas o ninguna las que terminan».
Ser mujer en J. Garrido Refrigeración
No es el caso de Carmen, que, aunque no es técnica, sí que confiesa que le encantaría saber cómo funciona una cámara frigorífica por dentro. También explica que se siente muy apoyada por todos en su trabajo, «y eso es muy valorado por mi». Declara, también, que no siente que en su trabajo haya separación por sexos, y que «se trabaja en conjunto y colaboramos desde el respeto».
«Es un trabajo en el que pasan rápidas las horas, las semanas vuelan. Hay una temporada mas frenética como la que empieza ahora, desde marzo a octubre, y otra época del año, que baja un poco más el volumen, pero constantemente hay asuntos que gestionar, en cuanto al personal, la formación, y demás temas relacionados con documentación».