Conoce a Alberto Garrido, director de comunicación en JGarrido Refrigeración
«Llevo oyendo hablar de la refrigeración industrial desde que nací», explica Alberto Garrido, experto en comunicación de refrigeración industrial y director de la misma en J. Garrido. Es hijo y nieto de frigoristas y, al ser preguntado por sus inicios en la empresa familiar rememora «siendo un poco más mayor, acompañaba a mi padre en algunos trabajos (…) y me explicaba el funcionamiento de las máquinas e incluso a veces me presentaba a los clientes».
No es vocacional, lo suyo, confiesa, sin embargo. «Sinceramente, siempre ha sido (el sector de la refrigeración industrial) algo poco atractivo para mí. Mi abuelo lo vivía con pasión pero yo no encontraba la parte buena de todo más allá de verlo simplemente como un trabajo».
Pero, con el tiempo, empezó a verlo más claro. «Los sectores industriales, y en concreto éste son súper necesarios y estables, y vi que había que aprovechar todo el potencial que tiene». Y eso hizo y sigue haciendo, pero, como explica, «con una vuelta de tuerca». Consiguió aplicar la creación del departamento de comunicación que hoy dirige en la empresa.
Formación en refrigeración
Pero antes de eso, explica, se formó en refrigeración industrial, porque, en su opinión, «sin conocimientos previos (…), prácticamente no habría tenido sentido mi figura como director de comunicación». Y es que, «de cara a aplicar una buena comunicación tanto interna como externa y sus protocolos hay que sumergirse bien en el modus operandi del sector, ver cómo se interactúa en él y entender cómo se mueve el mercado, para poder saber cómo actuar ante la necesidad».
¿Su día a día? Completito. «Mi función es la de establecer protocolos de trabajo a nivel interno y externo para obtener una comunicación fluida y eficiente, cuidar la imagen de la marca y asegurar que se realizan los trabajos de forma satisfactoria».
Y lo lleva a cabo, básicamente, estando en todas partes y estableciendo líneas de trabajo con todos los departamentos y el personal. «Asistir y asesorar a mi padre en la gerencia y estar en contacto tanto con los encargados como con la parte administrativa y de comunicación, es parte de mi día a día».
Como también lo es, continúa, realizar una «función comercial destinada a localizar clientes potenciales y sus necesidades, establecer un primer contacto con el propio cliente para generar la confianza de qué está llamando a una empresa seria y preocupada en el sector».
«Me considero el encargado de agitar constantemente al grupo para que avancemos día a día un poco más y de forma estructurada hacía un futuro mejor».
La comunicación de refrigeración industrial también es esencial
«Para ser una empresa estable y tener una buena proyección, la comunicación se convierte en esencial». Alberto considera, a este respecto, que «en todas las empresas u organizaciones debería haber una estructura comunicativa eficiente. Esto facilita el trabajo a todos los integrantes de la organización y favorece a un orden y diferenciación de departamentos y sus tareas».
Desgrana las cosas que más le gustan de su trabajo para enumerarlas así: «el contacto con otras personas, ir todos a una con el equipo con la misma idea de progreso, y cuando esto se traduce en un nuevo cliente. Y sobre todo el sentir que se puede trabajar y pasarlo bien al mismo tiempo».
¿Ejemplo de un momento divertido? Muchos, pero recuerda uno en concreto. «Una vez, haciendo una de las mudanzas de un local a otro, Andrés casi sufre un percance con todas las estanterías del local a lado y lado, que justo al pasar él por delante fueron cayendo una tras otra detrás de él salvándose por los pelos de quedarse enterrado entre estanterías. Mientras, el resto de compañeros observábamos echándonos las manos a la cabeza y celebrando con risas nerviosas que finalmente se salvara».
Un equipo joven y adaptativo
Generalmente, explica Alberto, a mayor número de integrantes en un equipo, más difícil se hace el que haya una simbiosis entre todos, «cada uno tiene su personalidad y sus expectativas». Y sin embargo, en J. Garrido, eso no ocurre, porque, como ya explicó anteriormente, “somos una piña. Formamos un equipo de gente joven, con muchas ganas».
En el día a día, sin embargo, «a veces se puede hacer algo complicado que al transmitir hacia todos una misma idea, la asimilen, acepten e interpreten de la misma manera. Aunque con el tiempo y la buena comunicación entre nosotros las piezas acaben ensamblando y sea más fácil».
Concluye, Alberto, también en relación con el tema de los buenos equipos, que la refrigeración industrial es un sector «en el que la tecnología está a la orden del día, todo va cambiando y modernizando rápidamente, el control está cada vez más digitalizado y entran en juego más parámetros de regulación con unos sistemas cada vez más y más sofisticados». Sin embargo, por suerte, «podemos dar gracias de contar con un equipo súper joven que encuentra, rápidamente, la forma de aprender a adaptarse a la nueva maquinaria y su tecnología».